Los sillones de terraza son lo que separa una zona exterior en desuso de un espacio en el que apetece estar todo el día. Pero, ¿cómo dar en el clavo en estos casos? Solo necesitas saber qué buscar… y cómo integrarlos con el resto de la decoración.
Además, si quieres que los sillones duren temporada tras temporada, también conviene tener en cuenta aspectos como la resistencia al clima, el mantenimiento o su capacidad para combinar con otros artículos de decoración.
En este artículo hablaremos sobre los materiales, los diferentes estilos y la mejor distribución de los sillones según el tipo de terraza. ¿Te vienes?
A la hora de elegir muebles de terraza, el material es uno de los factores más importantes. Y no solo porque define el estilo del espacio, sino porque también determina su durabilidad, resistencia y facilidad de mantenimiento.
Además, dependiendo del material elegido, la terraza se adaptará mejor a un tipo de decoración u otro. Así que, si tienes claro qué ambiente quieres crear, te será mucho más fácil escoger los sillones que encajen con tu espacio exterior. Veamos las diferentes posibilidades.
Son ideales para quienes buscan una estética natural sin renunciar a la resistencia. El ratán sintético imita muy bien el trenzado artesanal del ratán natural, pero con la ventaja de ser apto para exterior, ya que soporta muy bien la humedad, los rayos UV y los cambios de temperatura.
Estos sillones combinan especialmente bien con terrazas de estilo mediterráneo o boho. Acompáñalos con cojines en tonos neutros, textiles ligeros y plantas para crear un ambiente fresco y acogedor.
El aluminio es ligero, resistente a la oxidación y fácil de limpiar. Los sillones fabricados con este material suelen tener líneas rectas y un diseño contemporáneo, por lo que son perfectos para terrazas urbanas, áticos o jardines con estilo moderno.
Puedes combinarlos con mesas auxiliares en cemento o piedra, cojines de tonos sobrios y elementos decorativos en metal o vidrio para reforzar esa estética minimalista.
La madera tropical como la teca o el eucalipto es muy utilizada en mobiliario de exterior por su resistencia y belleza. Los sillones de madera aportan calidez y un punto elegante que encaja tanto en jardines rústicos como en terrazas más clásicas o con inspiración escandinava.
Requieren algo más de mantenimiento (aceites protectores, limpieza periódica), pero la recompensa visual y sensorial es inigualable. Combínalos con textiles naturales, cojines en lino o algodón y jarrones decorativos en cerámica o barro.
Son una opción muy práctica para quienes buscan una solución ligera, económica y resistente. Estos sillones suelen tener diseños sencillos, disponibles en varios colores, y se adaptan bien a cualquier entorno.
Perfectos para segundas residencias, terrazas de uso frecuente o zonas infantiles. Puedes darles un plus estético con cojines llamativos, alfombras vinílicas o una selección cuidada de artículos de decoración que aporten textura y color.
Ahora que ya conoces los materiales y estilos más adecuados para cada ambiente, toca responder a otra gran pregunta: ¿cómo distribuir los sillones en tu terraza para aprovechar al máximo el espacio? Porque por muy bonitos que sean, si no están bien colocados, no lucen igual… ni se disfrutan igual.
La distribución de los sillones puede cambiar por completo la percepción de un espacio exterior. Y, aunque cada terraza es un mundo, hay ciertas estrategias que funcionan especialmente bien según el tamaño y la estructura del lugar.
Por ejemplo, si tienes una terraza pequeña, la clave está en no sobrecargar. Un par de sillones bien colocados junto a una mesa baja pueden ser más que suficientes. Escoge modelos compactos, con líneas ligeras o estructuras abiertas (como las de ratán o aluminio), y colócalos pegados a la pared o en forma de “L” si el rincón lo permite. Añade una alfombra de exterior y algunas plantas en vertical para dar sensación de altura y… ¡listo! Terraza lista para disfrutar.
En el caso de un ático urbano, lo ideal es aprovechar las vistas y dividir el espacio en zonas. Puedes situar dos sillones enfrentados o en diagonal, con una mesa central que funcione como punto de encuentro. Si el espacio lo permite, añade una sombrilla de terraza o una pérgola y completa la decoración con cojines, velas o faroles que aporten calidez al atardecer. Aquí los materiales ligeros y los tonos neutros se convertirán en tu mejor aliado.
Para terrazas grandes o jardines, tienes más libertad para jugar con la disposición. Puedes crear distintos ambientes dentro de un mismo espacio: una zona de relax con sillones amplios, otra para comer al aire libre y un rincón más informal con cojines de suelo. Los sillones de madera o ratán lucen especialmente bien en este tipo de entornos, sobre todo si los combinas con textiles naturales, maceteros grandes y detalles en piedra o cerámica.
Si tienes un porche cubierto, aprovecha la protección del techo para usar sillones más voluminosos o con tapizados suaves. Aquí puedes permitirte una distribución más simétrica, como dos sillones enfrentados con una mesita en el centro, o un incluso instalar una silla colgante de jardín. Añade alfombras, cortinas de tela ligera y lámparas colgantes para potenciar ese efecto de “salón al aire libre”.
Aunque si buscas algo más flexible, también puedes optar por sillones individuales que puedas mover según el momento. Así podrás ir variando la disposición dependiendo de la ocasión y seguir manteniendo un espacio armónico.
Y hasta aquí nuestros consejos sobre cómo distribuir los sillones de terraza según el tipo de espacio.
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